Impermeabilización de viviendas: la solución definitiva contra las humedades
La impermeabilización de viviendas es una tarea fundamental para prevenir y solucionar los problemas de humedad. Con esta técnica, protegemos los cimientos, los techos y las paredes ante la filtración de agua y prolongamos la vida útil del inmueble. En este artículo, conoceremos las soluciones más efectivas para garantizar que tu hogar quede libre de humedades y puedas disfrutar de un mayor confort y bienestar.
Índice de contenidos
Tipos de impermeabilización para viviendas
Hay diferentes tipos de impermeabilización en el hogar: techos, paredes exteriores e interiores, terrazas y balcones, sótanos y cimentaciones.
Impermeabilización de techos
La impermeabilización de techos es una medida esencial para proteger tu vivienda de filtraciones y daños estructurales. Un proceso en el que aplicamos materiales especializados que evitan el paso del agua. El correcto sellado de la superficie del techo previene los problemas de humedad, prolonga la vida útil de la vivienda y mejora su eficiencia energética.
Impermeabilización de paredes exteriores e interiores
La impermeabilización de las paredes exteriores previene los daños estructurales causados por la lluvia y el clima. Mientras que en las paredes interiores, esta tarea evita la formación de moho y mejora la calidad del ambiente. Los materiales adecuados de impermeabilización garantizan la durabilidad y el confort de tu hogar a largo plazo.
Impermeabilización de terrazas y balcones
Las terrazas y balcones son espacios que están expuestos a la intemperie. El uso de membranas impermeabilizantes y tratamientos adecuados previene el deterioro de estas estructuras. Tu vivienda estará de esta forma mucho más seca y protegida frente a las condiciones climáticas adversas.
Soluciones para sótanos y cimentaciones
La impermeabilización del sótano y las cimentaciones es clave para proteger estas estructuras de la humedad y las filtraciones de agua subterránea. Mediante esta técnica creamos una barrera que evita los daños estructurales, el moho y el deterioro progresivo. Así garantizamos la durabilidad de los cimientos y la seguridad de estos espacios mediante un entorno más seco y seguro.
Materiales más comunes para impermeabilizar una vivienda
Para la correcta impermeabilización de una vivienda, se emplean una serie de materiales que son fundamentales.
Membranas asfálticas
Las membranas asfálticas son láminas flexibles compuestas de asfalto modificado y refuerzos sintéticos. Este material protege los techos y los muros de las filtraciones de agua. Su instalación es sencilla y garantiza una protección eficiente contra la humedad, hasta el punto de alargar la durabilidad de las construcciones.
Poliuretano líquido
El poliuretano líquido es un material de gran flexibilidad y resistencia que forma una capa continua y sin juntas, por lo que resulta ideal para superficies irregulares. Además, es muy duradero y resistente a la intemperie. Por lo general, protege techos, terrazas y muros contra las filtraciones.
Pinturas impermeabilizantes
Las pinturas impermeabilizantes se pueden aplicar en techos y paredes para crear una barrera resistente al agua. Esta barrera evita los daños estructurales y el deterioro por el clima. Son fáciles de aplicar y muy duraderas. En la mayoría de las ocasiones, ayudan a prevenir daños estructurales y garantizan la máxima protección frente a las inclemencias del tiempo.
Láminas de PVC y EPDM
Las láminas de PVC y EPDM son ideales para la impermeabilización de viviendas gracias a su durabilidad y resistencia a las filtraciones de agua. El PVC es ligero y fácil de instalar, mientras que el EPDM es un caucho sintético que destaca por su flexibilidad y longevidad. Ambos ofrecen soluciones muy eficaces para techos y otras superficies expuestas a la humedad.
Proceso de impermeabilización de una vivienda paso a paso
Una vez que conocemos cuáles son los materiales que se pueden emplear para impermeabilizar una vivienda, veamos cómo se desarrolla este proceso.
Evaluación del área y selección del método adecuado
El primer paso será evaluar la zona a tratar e identificar las posibles filtraciones y áreas más afectadas. A partir de este análisis, se selecciona el método más adecuado. Para ello, habrá que tener en cuenta factores como el tipo de material, la inclinación de la superficie y el clima de la zona.
Preparación de la superficie
El siguiente paso será preparar la superficie a impermeabilizar. Debes limpiar, reparar grietas y eliminar todas las imperfecciones para asegurar una adhesión adecuada del material impermeabilizante. De esta manera, prevenimos filtraciones y prolongamos la vida útil del inmueble.
Aplicación del sistema impermeabilizante
A continuación, se aplica ya el material seleccionado para crear una barrera resistente al agua en techos, paredes y cimientos. Conseguimos así evitar los daños estructurales y el deterioro de los materiales.
Inspección y mantenimiento
Por último, es indispensable inspeccionar regularmente la impermeabilización para comprobar que no presenta fallos. Un buen mantenimiento alarga la vida útil del material, previene problemas mayores y garantiza que la vivienda está protegida contra la humedad y las condiciones climáticas.
Ventajas de impermeabilizar tu vivienda a tiempo
¿Sabes por qué deberías impermeabilizar tu vivienda? Te lo contamos aquí con esta serie de ventajas.
Ahorro a largo plazo en reparaciones
La impermeabilización de una vivienda es toda una inversión a largo plazo. Si proteges tu casa frente a las filtraciones de agua y la humedad, evitarás daños costosos como grietas, moho y el deterioro de los materiales. Esta tarea de mantenimiento preventivo reduce tus futuros gastos inesperados.
Protección contra filtraciones y daños estructurales
La impermeabilización impide la entrada de agua, previene los problemas de humedades y moho y frena el deterioro en paredes, techos y cimientos. Todo esto garantiza la durabilidad de la construcción, ahorra dinero en reparaciones futuras y mantiene tu hogar mucho más cómodo y saludable.
Mejora en la eficiencia energética
Si el frío y la humedad no penetran en tu vivienda gracias a la impermeabilización, mejoras la eficiencia energética al reducir la pérdida de calor. De esta forma, no tendrás que usar tanto la calefacción en invierno. Disfrutarás, por tanto, de un consumo menor de energía y ahorrarás en tus facturas.
Costes aproximados de impermeabilización en viviendas
Pero, ¿cuál es el precio de impermeabilizar una vivienda? Veamos, a continuación, qué debemos tener en cuenta para conocer el presupuesto.
Factores que influyen en el coste
Los factores que deberás tener en cuenta para saber el precio de impermeabilizar tu vivienda son los siguientes:
- Tamaño de la superficie a tratar.
- Tipo de material impermeabilizante empleado.
- Accesibilidad de la zona a impermeabilizar.
- Estado previo de la estructura.
- Mano de obra.
- Condiciones climáticas.
- Urgencia del trabajo.
Comparación de precios entre diferentes materiales
La pintura impermeabilizante es el material más económico, ya que oscila entre los 5 y los 10 euros el metro cuadrado. Similar es la aplicación de la membrana asfáltica, pues se sitúa entre los 8 y los 12 euros por metro cuadrado. El poliuretano líquido está entre los 10 y los 20 euros por metro cuadrado y las láminas de PVC rondan los 15 a 30 euros por metro cuadrado. El material más caro es el EPDM, entre 20 y 40 euros por metro cuadrado.
Costes adicionales a considerar (mano de obra, mantenimientos, etc.)
La mano de obra especializada representa una parte significativa del presupuesto de impermeabilización de una vivienda. Además, deberás tener en cuenta los gastos en inspecciones previas y reparaciones necesarias antes del proceso. Por último, cuenta también con el mantenimiento periódico para garantizar la durabilidad de la impermeabilización a largo plazo.
¿Cuándo es el mejor momento para impermeabilizar una vivienda?
Si ya tienes claro que necesitas realizar este trabajo, te contamos aquí cuándo es el mejor momento para hacerlo.
Factores climáticos a tener en cuenta
La exposición a lluvias intensas, la humedad constante y las variaciones extremas de temperatura son los factores climáticos a tener en cuenta. Las zonas con alta radiación solar requieren de productos más resistentes a los rayos UV, mientras que si vives en una zona fría necesitarás materiales más flexibles que soporten la contracción.
Frecuencia recomendada para mantenimiento
Se recomienda realizar el mantenimiento adecuado cada 2-3 años. No obstante, todo dependerá de las condiciones climáticas y la calidad del producto utilizado. Resulta fundamental que se revisen posibles daños o filtraciones para asegurar la durabilidad del tratamiento.